Proyecto de Reforma Laboral PRI-AN

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Coopela o Cuello. (Perujo)

viernes, 12 de octubre de 2012

La UNT pidió a la Comisión del Trabajo del Congreso desarrollar la democracia social y la transparencia

CIUDAD DE MÉXICO (CNNMéxico) — En un encuentro marcado por reclamos al gobierno federal y a la Cámara de Diputados, dirigentes de sindicatos de izquierda rechazaron la propuesta de reforma laboral que discute el Senado y llamaron a los legisladores a modificar una medida que consideran “altamente lesiva” para los trabajadores.

Los sindicalistas señalaron a senadores de la Comisión de Trabajo que los puntos clave de la reforma —nuevas formas de contratación, contratos por hora o normas para la subcontratación o outsourcing— afectarán a los empleados porque harán que ganen menos, pierdan estabilidad laboral y tengan menos prestaciones.

“(La reforma) daría lugar a una mayor simulación en el mundo del trabajo, abriría la puerta al sindicalismo de protección patronal y dejaría a los trabajadores mexicanos más vulnerables que nunca”, dijo Francisco Hernández Juárez, de la Unión Nacional del Trabajadores (UNT).

“Seguiremos rechazando esta reforma laboral patronal que se nos pretende imponer, estamos en contra de que se legalice la flexibilidad laboral forzada”, señaló Agustín Rodríguez, del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM).

La reforma fue aprobada a finales de septiembre en la Cámara de Diputados, a la que los ponentes reclamaron por no haberlos convocado para conocer sus puntos de vista.

El encuentro de este jueves en el Senado se realizó mientras afuera del recinto protestaban decenas de manifestantes inconformes con los posibles cambios a la Ley Federal del Trabajo.
Algunas organizaciones han advertido de la posibilidad de llevar a cabo más manifestaciones públicas para expresar su desacuerdo.

“(Las medidas) son altamente lesivas y negativas para los trabajadores. La historia no se equivoca, no se equivoquen ustedes”, dijo Rodríguez, y criticó a los líderes sindicales que militan en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que apoyan políticas que generan “explotación”.
El miércoles, representantes de sindicatos afines al PRI señalaron ante los senadores que están a favor de algunos puntos de la reforma, aunque no de que se integren al documento normas que afecten a las organizaciones gremiales.

La UNT, en contraste, declaró estar a favor de que la democracia y la transparencia sindical se incluyan en la ley.

Armando Neyra, senador priista y líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), dijo casi al final de la reunión que si la reforma no satisface a los trabajadores, el plazo para su discusión debe extenderse en vez de efectuarse únicamente este mes.

La propuesta fue presentada al Congreso con carácter de preferente, lo que obliga a cada Cámara legislativa a votarla a más tardar en 30 días.

Esparza contra Lozano
En su turno, el líder del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza, dijo que el gobierno del presidente Felipe Calderón, autor de la reforma, busca volver a afectar a los trabajadores, como afirma que lo hizo cuando decretó la desaparición de la compañía pública Luz y Fuerza del Centro (LyFC).

La decisión contra LyFC ocurrió hace exactamente tres años, el 11 de octubre de 2009. Calderón argumentó entonces que LyFC era ineficiente pero, según Esparza, la medida fue inconstitucional.
El dirigente sindical también criticó al senador Javier Lozano, del gobernante Partido Acción Nacional (PAN), quien era secretario del Trabajo cuando desapareció LyFC.

Esparza —que se negó a saludarlo cuando llegó a la reunión— lo llamó “el peor secretario del Trabajo que ha tenido este país” y pidió a los senadores que “no dejen todo el problema de la crisis financiera en los hombros de los trabajadores”.

Lozano evitó entrar en confrontación con Esparza y llamó a generar los acuerdos posibles entre legisladores, empresarios y trabajadores.

“Es difícil que en un tema tan complejo se vaya a lograr un consenso”, dijo. “(Pero) no me queda la menor duda de que se está llevando el tema del trabajo decente (…) estamos buscando una propuesta que no viole la Constitución ni los convenios internacionales”.

Los legisladores Dolores Padierna, Manuel Bartlett y Layda Sansores, de los partidos de izquierda de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano, respectivamente, dijeron que apoyarán las demandas de los sindicalistas porque también están en contra de la reforma.
Con la reunión de este jueves, la Comisión de Trabajo del Senado terminó una serie de mesas con varios sectores, antes de comenzar la dictaminación de la reforma la próxima semana. La comisión espera tener listo el dictamen el 20 de octubre, para después enviarlo al pleno para su votación.

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